CENTRO A REFOMAR.

Permíteme pintarte un cuadro imaginario de este piso con 68 m² y tres habitaciones, ubicado en una primera planta. Imagina que cruzas la puerta de entrada y te adentras en un espacio lleno de posibilidades. Todas las ventanas son oscilobatientes recientemente cambiadas. 

La sala de estar y comedor: 

Al entrar, te recibe una sala de estar luminosa. Las paredes, antes de un blanco impoluto, ahora muestran las huellas del tiempo y la vida. El suelo de madera, desgastado pero con carácter, cruje bajo tus pies. Un ventanal orientado al este permite que los rayos del sol matutino se cuelen, pintando de tonos dorados el suelo y las paredes. Aquí, podrías colocar un sofá cómodo y una pequeña mesa de centro, ideal para charlas con amigos o tardes de lectura. 

Justo al lado, el comedor. Una mesa, con sillas desparejadas pero llenas de historia, ocupa el centro. Las ventanas orientadas al oeste. Imagina las cortinas ondeando suavemente con la brisa mientras disfrutas de una cena casera. 

La Cocina: 

La cocina, modesta pero funcional, espera su transformación. Los armarios de madera, con sus tiradores desgastados, albergan historias de comidas compartidas y risas familiares. La encimera, manchada por años de preparación de alimentos, aún tiene mucho que ofrecer. Imagina renovarla con una paleta de colores frescos y electrodomésticos modernos. 

Las Habitaciones: 

Las tres habitaciones, cada una con su propia personalidad, esperan ser rediseñadas. La habitación principal, con su ventana orientada al este, recibe los primeros rayos del sol. Un armario empotrado, con puertas de espejo que reflejan la historia de quienes lo usaron, guarda secretos y sueños. Las otras dos habitaciones, más pequeñas pero acogedoras, podrían convertirse en un estudio o un rincón para los más pequeños.

El trastero: 

Disfuta de todo el espacio libre en tu hogar teniendo gran zona de almacenaje en tu trastero de 14m2 dentro del mismo edificio. 

Los Elementos Comunes: 

El edificio, con sus cinco elementos comunes, es como un microcosmos de relaciones vecinales. El patio interior, con macetas de geranios y ropa tendida, es un oasis de tranquilidad en medio del bullicio urbano. 

En resumen, este piso es como un lienzo en blanco, esperando que alguien le insufle nueva vida. ¿Qué colores, texturas y detalles añadirías? ¿Cómo transformarías este espacio para que cuente tu propia historia? La decisión está en tus manos, como un artista frente a su obra maestra. 

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